Es sábado, el trabajo nunca termina. Pero hoy, quiero hacer una pausa y dejar las carreras a un lado y disfrutar lo que Dios ha creado hermosamente para mi. El patio sigue verde, y el maíz al fondo empieza a madurar poco a poco. El calor del día nos llama a ir al arroyo y refrescarnos. Los juegos de los niños a detenernos y simplemente, ser niños. Un vaso grande de una limonada fresca junto con buena charla con amigos, un juego de cartas quizás. Hacer memorias que recordaremos cuando ya no estemos aquí. Dar gracias por todo lo bueno que Dios ha puesto a mi alrededor. Todo está bien.
Que en este fin de semana, podamos disfrutar del Sabbath, y más que eso, disfrutar a nuestro Señor.
¡¡Qué precioso!!... ¡¡Cómo quisiera estar allí, mi niña grande!!
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ResponderEliminarEs hermoso lo que escribes, como quisiera poder compartir con ustedes todas esas cosas bonitas. Los extrañoooooooo. El abuelo Eyeeeeeee
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